Lightning

Lo mejor de dos mundos

Tras 17 millones de pick-ups vendidas en los Estados Unidos, la decimocuarta generación de la serie y la primera versión de la F-150 totalmente eléctrica, se presenta con toda la tecnología disponible y las últimas innovaciones de la marca.

El vehículo más vendido de EE.UU. durante más de 40 años no podía quedarse sin su versión eléctrica de cara a la transición hacia la movilidad sostenible que busca mitigar la emisiones de carbono para reducir los efectos devastadores del cambio climático.

Tuvimos la oportunidad de conducir la nueva Ford F-150 Lightning construida en el ultramoderno Rouge Electric Vehicle Center dentro del Rouge Complex de Ford en Dearborn, Michigan.

Sin duda alguna, la línea F-150 ha marcado un antes y después en el mercado automotriz como una de las mejores opciones que el fabricante ha colocado a disposición de los consumidores.

Ahora, desde el primer momento en que estuvo disponible, la Ford F-150 Lightning arrasó con todas las ventas, incluso, figura como opción para los departamentos de policía de Estados Unidos, dando fe de la potencia y seguridad que ofrece.

Este no es un eléctrico de nicho para primeros usuarios o ambientalistas, sino que está dirigido al público en general, a las masas, a las personas que trabajan en la construcción, en la agricultura, los ganaderos, los guardias de seguridad y muchos otros tipos de usuarios.

En cuanto al aspecto exterior, es evidente el parecido de esta variante eléctrica con las de motor a combustión. El diseño del Ford F-150 Lightning es como el de una unidad V8, pero con algunas diferencias.

Por ejemplo, la parrilla está cerrada, los faros LED de adelante y detrás están unidos entre sí. Asimismo, las llantas tienen un diseño aerodinámico y en los laterales de la caja se puede leer la palabra “Lightning”.

De la misma forma, el interior de la F-150 Lightning tampoco varía demasiado, aunque se nota más tecnológico, algo que ayuda claramente a transmitir esa sensación, es la pantalla de 15,5 pulgadas con el sistema SYNC 4A, colocada en el centro del tablero.

La tecnología lo domina todo, la ventanilla posterior que da a la caja se puede operar de forma eléctrica, al igual que el techo, el maletero frontal y el gancho de remolque. Incluso los pedales se pueden ajustar electrónicamente como el asiento.

Para destacar, en esta F-150 eléctrica, es el espacio, el tamaño de esta pick-up se traduce en un habitáculo increíblemente amplio para todas las plazas. Además, hay todo tipo de portaobjetos, como el apoyabrazos central, el cual además se convierte en una superficie de trabajo tras plegar con un botón el selector de marchas.

La F-150 Lightning cuenta con dos motores, con uno situado en cada eje, lo que le permite contar con tracción integral. Así, se puede adquirir en la versión con la batería estándar de 98 kWh y 452 caballos de fuerza o con una batería de autonomía extendida de 131 kWh con 580 caballos de fuerza. Eso sí, en cualquiera de las versiones se mantiene la cifra de par: nada más y nada menos que 1.051 Nm.

Con esto y a pesar de su elevado peso, que está sobre las 3 toneladas, esta pick-up eléctrica acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos. De cualquier manera hay que ser cuidadoso con el pie derecho si se quiere llegar a los 370 kilómetros de autonomía de la versión con la batería normal, o llegar a los 514 kilómetros de la batería más grande.

De la misma forma, tampoco se logrará esa autonomía si se usa este modelo para otra tarea más allá de conducir, ya que el F-150 Lightning ofrece posibilidades interesantes como la de suministrar energía a su propia casa. Además, también se podrá recargar casi cualquier aparato eléctrico, algo que no todos los vehículos eléctricos ofrecen actualmente.

El hecho de que la F-150 Lightning no tenga caja de cambios y el motor de gasolina voluminoso llevó a los ingenieros de Ford a colocar la unidad de aire acondicionado y el hardware de refrigeración en la parte posterior del tablero, dejando una gran espacio vacío debajo del capó, donde se pueden ubicar hasta 400 litros de equipaje (suficiente, por ejemplo, para cuatro maletas y dos mochilas) y que dispone de un desagüe para evacuar el agua de los objetos húmedos que allí se coloquen (equipos acuáticos, etc).

La estabilidad está mejorada por el enorme paquete de baterías dispuesto horizontalmente entre los dos ejes, en la parte más baja del vehículo. Lo que no quiere decir que no haya tendencia a que la carrocería se incline en las curvas, porque las leyes de la física son inevitables, pero la presencia de casi una tonelada de baterías en la base del vehículo beneficia la estabilidad.

La respuesta de la dirección es convincente, en términos de rapidez y precisión, considerando los atributos y objetivos de una pick-up, hasta el punto de que solo quienes busquen un comportamiento de un deportivo en una pick-up puedan quejarse.

Aquellos a los que no les guste el silencio absoluto al conducir pueden optar por encender un sonido sintético con semejanzas a un motor de combustión.

Y los que se inclinen por optar por las llantas más grandes de 22″, deben tener en cuenta que tendrán, más ruido de rodadura y menos autonomía (de 515 km se pasa a 482 km en la versión Platinum, con la batería grande).